Recorres mis ojos, mi vientre mis pies
te entregas a mí, me acompañas
me guía tu silencio, por momentos me asustas
muestras quién soy y no me reconozco
Callada te sientas y absorbes
me acurrucas, te contengo
y por un segundo se abren
rotos los tiempos y los espacios todos
Buscas tus manos desconectada
y no te escuchas
tu corazón apenas se arrastra
y confundida sigues una nueva jornada de incertidumbre
Se me desliza tu tierra por la garganta
a viva muerte
aterrada de llanto
descompuesta de tanto saqueo